To a Stranger (Again...

¿Estás tú en este mundo que habitamos? porque como lo vi de predecir, te ausentaste nuevamente de aquel cuerpo ultimo en el cual te presentaste de manera casi COMPLETA. Jamás había sentido tu calor enteramente, por medio de él, lo sentí, jamás había sentido tus miedos, a través de él, me los transmitiste, jamás había sentido tu ausencia con tanta intensidad, por medio de él, la sentí, cuando de su cuerpo te has habido de alejar. Sentir esa necesidad de tenerlo, de retenerlo, sin importar las consecuencias, era más FUERTE que yo misma, no pensaba en lo concreto, solo pretendía que él fuera mío aunque se tratara solamente de una imagen que permanece sola y únicamente en mi cabeza, en mi mente e inconsciencia. Con tener esa visión, me bastaba para contentarme; y es hoy en día que me cuesta aceptar el nuevamente RECHAZO que de tu parte ha de provenir, y en busca de otra mirada, que contenga  tu luz en otros ojos, que me muestre la transparencia de tu esencia, de tu pureza en estado ultima y final, solo me termino encontrando con espacios vacios, huecos que no se pueden rellenar con los recuerdos, miradas sin dirección constante, perdidas en un SIN FIN de posibilidades, miradas muchas, la tuya, una en un millón, extraviada en medio de un montón de gente, mis ojos DESORBITADOS, como brújula perdida en medio del océano, no saben para donde apuntar, y por lo tanto, como opción ultima, aparto la mirada. Cada paso que damos es atemporal, mi camino solo va marcando mis propias pisadas, tu camino, solo señala lo invisible e INDESCIFRABLE, aquello poco claro, confuso al andar, sin embargo, me mantengo firme, me mantengo fuerte, imaginando que algún día tendremos un final FELIZ.
Hay algo peor que todo, algo que me mantiene en una duda penetrante ¿Por qué siento que aun resides en él? me pregunto cuánto más voy a fantasear creyéndome a mi misma que esto sigue vivo, que solo estamos en una transición de tiempo, en donde las agujas del RELOJ se han detenido  esperando a que toquen las doce y el vuelva a mí, rompiendo así todas las barreras, todos los muros y reglas que nos DETIENEN. Pero solamente pretendo, estoy fingiendo, manteniendo tu secreto a salvo, ese que no quieres que nadie sepa, aquel que quieres guardar en lo más profundo de tu conciencia, y es una lástima, porque si él siguiera sintiendo lo mismo, como he yo de saberlo? es como un látigo que me mantiene atada, me tira, me atrae, trata de que permanezca CONSTANTE, sabiendo que en las cenizas de tu presencia, una mínima parte de él, no tiene dudas, de que volvería a por vos, sabe que en la PALMA de sus manos me tiene, pero no voy a dar retorno, no es lo correcto, tengo que denegar esa coordenada de mi cabeza y dejarla esfumarse, no es la vía o camino a seguir, es una decisión errónea, equivoca, no gano nada, solo si, fortalecer su ego, su mitomanía, aquella enfermedad que le mantiene vivo. ¿Y cómo se yo que no es la validez aquello que me sigue atando a su imagen y presencia? porque lo que resta en él, que en mi, provoca una cálida y ferviente sensación, son solo los restos, de lo que quedo de tu espíritu aun poco DIFUMINADO y denegado de ese cuerpo. Aun poco ido, aun poco ausentado, las huellas aun siguen algo marcadas, frescas, no se han borrado del todo, provocándome una adicción a ese cuerpo, actuante como vía, como camino, o ruta para llegar a vos, hacia esa mínima porción que ha quedado aun instalada y no se ha esparcido en pequeños destellos de luminosidad, como ha de siempre hacerlo.
Pero cada PÉRDIDA tuya, cada mentira, y cada verdad que tu niegas, cada excusa y cada despedida no fueron más que un error demasiado grande de OCULTAR, y tu voz era todo lo que yo escuchaba, pretendiendo conseguir lo que merecía, solo pidiendo a gritos una razón, una prueba, para dejar limpia a mi memoria de tus DESECHOS, permitirme dejar que los pensamientos me atraviesen, y delimiten, que archiven todo aquello que esté relacionado a tu presencia. Ahora, la distancia en tus ojos, la manera en la que me estas evitando, marcan esta nueva SEPARACION.