martes, 3 de enero de 2012

To a Stranger

Hace mucho tiempo que te estoy buscando, mejor dicho, esperando.
He estado buscando la oportunidad para decirte algo que no llegó a comprender pero siento que he estado dando VUELTAS en círculos y no obtengo nada a cambio. Paso el tiempo, días, noches transcurren y tú sigues sin aparecer. Te adoro en silencio, ya que ni siquiera tengo la seguridad máxima, de si existes, o NO.
Solo tengo una pregunta para hacerte, ¿donde estas tu ahora? miro hacia direcciones infinitas, te busco en donde nadie podría encontrarse, te sigo, sin saber dónde está tu sombra, producto de mi inconsciente, o de un anhelo denegado, dios quiera saber que eres tú para mí en mi vida, ¿algo real?, ¿una ilusión?, o simplemente ¿la NADA misma?
Siempre que te presentas a mí, proyectado en otro cuerpo, te siento, te veo a través de lo invisible, pero no terminas de concretarte del todo, porque cuando sabes que estoy a punto de DESCUBRIRTE, te vas en busca de otro cuerpo en el cual insertarte. Y dejas en esa alma desolada, una pieza de ti, haciendo en mí, una adicción persistente y penetrante, que luego termina siendo solo desilusión y rechazo.
La vez primera en la que te presentaste ante mí, lo hiciste en la imagen PERFECTA de hermosura y encanto: cabellos rubios, color oro, que al sol, relampaguean como si no tuvieran una dirección que seguir, ojos celestes, claros como un cielo despejado, piel cálida, blanca como la nieve, fría pero misteriosa. Era la máxima DIVINIDAD ante mis ojos. Como siempre, la conexión existió: miradas confusas, sonrisas inquietantes, actos realmente extraños. Pero termino como empezó: confuso y devastador. Cuando creí sentirte del todo, cuando creí haberte descubierto, te fuiste, en busca de otro cuerpo, dejando en este, una escultura inmaculada por fuera, pero dura como la piedra por dentro. Me tuve que alejar e IRME.
No tardaste mucho en reaparecer de nuevo, esta vez en un cuerpo más peculiar, cabellos marrones, ojos castaños, nada que en mi pudiera causarme estragos, pero de todas formas lo  hiciste: aquel BESO, fue como sentirte en carne y hueso, te sentí realmente, y fue algo increíble y maravilloso, después de aquel beso, pude decir que te había ENCONTRADO, pero como era de esperarme, huiste de mi, dejando frente a mis ojos, la viva imagen del desinterés propio y el ego interesado de un alma SEDIENTA.
Otra presentación llego a mí al poco tiempo, esta vez, fui yo la que sentí que estabas ahí, no tu el que me dio los indicios de estar en esa alma que parecía estar destinada a mí. Decidida a revelarte, lo busque, persistí y lo conseguí: logre llamar la ATENCION de aquel muchacho: ojos grises con tonalidades verdosas, cabellos castaños, no tan oscuros, cara de ángel, un tanto aniñada, que a fin de cuenta termino siendo una vez más, solo un engaño: un lobo disfrazado de cordero. Insistí un poco más, a pesar de saber cómo eran las cosas realmente, me daba impotencia creer que otra vez aquello que estaba buscando, era nuevamente un NO. Pero solo conseguí mas dolor, y repulsión de mi parte, el pretendía seguir su juego, y yo acabarlo. Pero era una ruleta imparable. En ese momento, descubrí que vos, extraño, habías abandonado ese cuerpo, y dejado en el, uno de tus primeros defectos: LA INSISTENCIA. Decidí irme y escapar, o mejor dicho evitar. Hoy en día, su imagen vaga por mí, como alma perdida en el mar pero mis ojos no lo aprecian como antes, porque sé que vos, no estas ahí.
Esta vez el lapso de tiempo fue más corto de lo que esperaba, te presentaste en algo que, al principio no capto mi atención por lo físico, pero sí lo hizo por lo personal: ojos azules, o... ¿verdes? no lo sé, es un color difícil de definir con dos o tres palabras, y más aun cuando se trata de definir lo que expresan, sonrisa perfecta, cálida, SIN MALDAD en sus expresiones, pero seguía buscando en aquellos rasgos algo que produjera algo mínimo de intereses en mi. Esta era la primera vez que creía no haberte encontrado en ese cuerpo, pero cuando el tiempo paso, y fui conociéndole más, me di cuenta que finalmente creía haberte encontrado. Logre ver en aquella persona, a tu YO presentado en máximo esplendor, era todo lo que buscaba, era todo lo que esperaba encontrar, ni más, ni menos: eras VOS. pero ahora siento que te estas yendo, que estas queriendo escapar, nuevamente, generando en mi, desesperación por retenerte, y no dejarte ir, te abrazaría, te besaría cada vez que me miras a los ojos de esa manera tan peculiar, te diría las mil y una cosas que he pensando cada noche desde que nos CONOCIMOS, te diría que bien me haces sentir, cuando vas a mi lado, a la par, como una sola persona caminando por las calles desiertas, libres para nosotros dos, y te diría tantas cosas, pero ya me conoces lo suficiente como para saber, que de mi  boca, los sentimientos HUYEN. No es ningún misterio, es la simple realidad del rechazo.
Y ahora no se que nos deparara, no sé si te irás, no sé si me volverás a abandonar y sé que si es así, no podre hacer nada, y tendré que dejarte escapar, y aceptar de nuevo aquella ida tuya. Esperando paciente a que vuelvas a aparecerte en otro CUERPO, otra alma, otro ser. Quizás deje de sentirte, quizás deje de buscarte, quizás deje que no vuelvas a mi, quizás rechace toda posibilidad de descubrirte, porque el dolor ya se me está haciendo INSOPORTABLE.
En el primer día que te conocí, debería haber huido, debería haberte dicho que estabas loco, y desaparecer sin dejar rastro pero en cambio me quede ahí esperando, esperando que vinieras, pero como es de costumbre siempre encuentras una manera  de decepcionarme. De ahora en mas, tome una decisión, mi cabeza esta ATURDIDA, no sabe para qué lado disparar, dejare de suponer y empezare a dejar, que las cosas fluyan y sigan su rumbo, lo que tiene que ser será, y lo que se ira, dejare de pensar, tratare de poner mi cabeza en blanco, dejare de buscarle vueltas a las cosas, ni ver los PRO y CONTRA, no voy a ver más allá de lo que se me presente, y si algo realmente lo siento y anhelo, lo hare posible, real, sin importar que podrá pasar después, si decides quedarte en este cuerpo, se que todo podría ser maravillo, si decides marcharte, estará bien, pero créeme que si esa es tu decisión, la mía será muy distinta a la que siempre he tomado, esta vez, la que dirá NO al verte de nuevo en otro cuerpo, seré YO.


No hay comentarios:

Publicar un comentario